viernes, 28 de enero de 2011

Casa Estudio Luis Barragan

La casa estudio de Luis Barragán, es una obra maestra de la arquitectura moderna en Latinoamérica y el mundo entero. El vocabulario de Barragán es claramente mexicano, y busca transmitir, sensaciones de calidez y belleza, serenidad y contundencia. Es por ello que esta obra, construida en 1947 es la única vivienda individual declarada Patrimonio Cultural de la Humanidad por la UNESCO en América Latina. La casa estudio de Luis Barragán se levanta en los números 12 y 14 de la calle de General Francisco Ramírez, colonia Daniel Garza en la Ciudad de México. Su doble programa forma una sola pieza en la fachada principal que tiene una orientación sur-poniente.

La elección de esta pequeña calle en el antiguo barrio de Tacubaya es, por sí misma, una de las primeras declaraciones en el manifiesto de esta obra. Hablamos de un barrio popular que, a pesar de las presiones del desarrollo urbano, lucha hoy por conservar algo de su carácter singular.


Como muchas de las obras de Barragán, la fachada modestísima no da cuenta de la riqueza arquitectónica que se encierra tras ella. Como una muestra de sencillez, la composición de fachada y el acabado de la misma son muy austeros, integrándose con las casas vecinas, y cuyo único adorno lo constituye una ventana saliente conformando una caja de rejas en retícula. Dos aspectos matizan la intensa experiencia de recorrer la casa: la concepción de la luz y el manejo del color.

Al ingresar nos recibe una pequeña habitación ámbar, un espacio alargado de piso volcánico de paredes retranqueadas. En una de las paredes de este recibo, recubierta de madera, se adosa una plataforma de madera a modo de banca.

Al traspasar este pequeño espacio nos encontramos con un llamativo muro de color rosa, perteneciente al vestíbulo. Este colorido fondo contrasta con el blanco del resto del ambiente, en torno al cual se organizan las circulaciones tanto en el primer nivel así como las escaleras al segundo nivel, una volumetría masiva sin barandales. Las escaleras se hallan adornadas con un cuadro dorado de Matías Goeritz, pintor polaco con quien Barragán mantuvo amistad por muchos años.

De la escala íntima del vestíbulo pasamos a la doble altura de la estancia biblioteca en donde el espacio se expande con cierta dosis de monumentalidad. La viguería de madera no es sin embargo una entrada directa, ya que nos recibe un biombo y al voltear, la mirada hacia el jardín, el cual se integra al interior a través de una mampara cuadrada en forma de cruz.

En la biblioteca podemos percibir algo parecido ya que cuenta con una ventana cuadrada que es la misma que se proyectaba en la fachada. Esa proyección permite darle profundidad al muro de la biblioteca, al tiempo que los vidrios opacos la separan visualmente del mundano exterior.

En esta biblioteca se encuentra una escalera muy estrecha y ligera, que se pliega hasta ascender hasta la sala de música, separada de la biblioteca por un muro a media altura. La biblioteca también se organiza mediante varios biombos que si bien separan sus funciones, permiten que el espacio sea apreciado como un espacio único.


El taller, un espacio de doble altura y ventanas altas, desvinculado del mundo, cuyo techo de madera pintado de amarillo le da un carácter especial a este espacio de máxima concentración y trabajo. Tiene también su entrada independiente desde la calle, aunque ésta no da al ambiente de trabajo y se encuentra aislado del contacto visual precisamente para dar intimidad al arquitecto.


Al otro extremo de la casa, hacia el jardín se encuentran los servicios, la cocina, el desayunador y el comedor. Estos ambientes se encuentran diseñados para gozar de vistas hacia el jardín, el desayunador aprovecha la incidencia solar matutina para bañarse de luz a través de una estrecha ventana alta.


Analizado y conocido ya el primer nivel podemos pasar al segundo...


El vestíbulo que comentáramos al principio del primer nivel nos conduce a la segunda planta, al vestidor o Cuarto de Cristo, un espacio de luz amarilla que distribuye la circulación a las habitaciones y a la terraza y que, como diría Barragán, “reduce las tensiones traídas del exterior” antes de ingresar a su aposento.


El dormitorio principal en un lugar que como en toda la casa se pueden apreciar dos características de la personalidad del arquitecto: su respeto por la soledad y su fervor religioso. Barragán nunca se casó ni tuvo hijos, lo cual no le impidió haber sido muy popular con las mujeres, de allí que sus aposentos eran sólo para él.


Hacia el otro lado de la casa, mirando a la calle se ubica la habitación de huéspedes y contigua a ella se encuentra la sala de música o tapanco, que como dijimos, se vincula a la biblioteca mediante una ligera escalera. Desde aquí puede leerse la continuidad del espacio a través de las vigas.

En el exterior...

Desde el taller, una salida indirecta nos conduce al patio de las ollas, un espacio cuya escala perfecta perspira intimidad y serenidad, y en el que el arquitecto incluye una pileta con una pequeña fuente. .


De aquí nos vamos al jardín, donde el arquitecto dejó crecer en libertad.

Y por ultimo...

La parte mas alta de la casa que es la terraza, a la que se accede desde el Cuarto de Cristo. El arquitecto la construye con muros elevados (como de costumbre) sobre el nivel de la azotea para evitar la vista hacia la calle y dársela completamente hacia el cielo creando un espacio de tranquilidad y meditación personal.

Para concluir...

Queremos decir que la casa estudio de Luis Barragán es una obra que cumple perfectamente con sus funciones, todo se percibe de la manera en que el arquitecto quería que se percibiera, y es verdad que al entrar a la casa sientes como si te atrapara y te hiciera olvidar todo lo que hay fuera.


2 comentarios:

  1. Esta bueno tu post del arquitecto mexicano funcionalista Luis Barragán.

    Gracias por compartir

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  2. la fecha de fallo y algunos datos habría que actualizarlos se construyo en 1948

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